Esta frase
es un memento mori, un tópico del arte y la literatura que incide en
la fugacidad de la vida y la presencia de la muerte. Literalmente
memento mori significa: "recuerda que morirás". Esta idea
de la fugacidad de la vida se conjuga sustancialmente con la de la
Arcadia. Vayamos por partes."Et in Arcadia ego" se traduce
literalmente por "también yo en la Arcadia (estoy)" o
"incluso en la Arcadia (estoy) yo". Originalmente se cree
que el primero en hablar de la Arcadia fue Virgilio en las Bucólicas
tratándola como un lugar de la Grecia continental de paisajes
idílicos y paradisiacos. Esta idea tiene gran calado en la mitología
clásica debido a lo que los antiguos dieron en llamar la Edad de
Oro, una época que se encontraría en los albores de la Humanidad en
la que todo era puro, inmortal y utópico. Al hilo de la Edad de Oro
os recomiendo el poema de Agustín García Calvo, El mundo que yo no
viva, también musicalizado por Amancio Prada y Mª Dolores Pradera,
donde se atisba precisamente ese mundo idílico en el que nada cuesta
esfuerzo y el hombre tiene todo lo que necesita de la tierra. En el
citado poema, se da un giro final inesperado y precioso en el que
este mundo perfecto que se describe es hallado hundido en las pupilas
de la amada. Os dejo la canción por si os apetece disfrutarla:
Volviendo al
tema que nos ocupa, es evidente que por su situación real geográfica
la Arcadia no podía ser como lo es por convención literaria o
artística. La idea de la Arcadia imaginaria tiene amplia repercusión
durante el Renacimiento y será Giacomo Sannazaro en su obra Arcadia
(1504) quien consolide la percepción de la Arcadia como lugar
idílico y perdido, como si de la Atlántida platónica se tratase,
recordado con cierta melancolía. En 1598 será Lope de Vega quien a
imitación de Sannazaro compile algunos de sus poemas y los
reestructure en una obra homónima de gran repercusión y éxito en
la época según atestiguan las ediciones realizadas.
En el ámbito
pictórico este tema será abordado por Guercino que pintará entre
1618 y 1622 su particular visión del tópico del memento mori en una
pintura donde aparece la inscripción Et in Arcadia ego debajo de un
cráneo que no viene más que a realzar la idea de la fugacidad de la
vida.
Será
Nicolas Poussin (1594-1665) quien continúe por esta senda y pinte
dos cuadros distintos con la misma temática. En el primero de ellos
(Pastores de la Arcadia, Les Bergers d'Arcadie ca. 1628-1630) pintará
a unos pastores y una dama cuyo rostro se muestra tranquilo y
sosegado ante una tumba en un lugar luminoso y apacible. La calavera
original de Guercino ha desaparecido y con ella la tenebrosidad que
la rodeaba. La inscripción se halla en la tumba.
El segundo
lienzo de Poussin del mismo nombre fue pintado en 1637 y 1638 y
representa también a tres pastores y una dama idealizados ante una
tumba con la misma inscripción (Et in Arcadia ego).
Sea como
fuere, ambos ponen de relieve la dicotomía entre un mundo idílico,
perfecto y la presencia de la muerte "incluso" allí, en
ese mundo. Como veis, este tópico del memento mori guarda íntima
relación con el Carpe Diem.
Es
inevitable no pensar en una pintura un poco posterior, en concreto
del Barroco español, que tratará los mismos temas. Pero ésa la
dejaremos para el próximo post, para no aburrir.
A modo
anecdótico, el primer capítulo de la novela de Evelyn Waugh,
Retorno a Brideshead se titula "Et in Arcadia ego", donde
el protagonista regresa al lugar donde vivió la felicidad de su
juventud. Esta novela también ha sido llevada al cine y a la
televisión.
Muy interesante y muy bien explicado! Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen S.C.!
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